Ahora que eres todo un experto en la evolución de las ballenas, vengo a contarte otra cosa que también me llamó la atención de ellas en su momento: su tamaño.
Para casi todo el mundo es bastante evidente que las ballenas y otros cetáceos (ballenas, orcas, cachalotes, belugas...) son enormes, y si lo son (como siempre) es por una razón.
Ballena |
Esto es un arma de doble filo porque cuanto más grande eres, más células tienes, pero también tienes una superficie más grande en contacto con el agua. Parece que todo es un problema tras otro, pero en realidad la solución es fácil: Las ballenas son gigantes porque así mantienen el calor corporal y a la vez mantienen el calor corporal por ser gigantescas. Básicamente la ballena está recubierta por una gran capa de grasa que la aísla del frío y a la vez asegura que pueda sobrevivir a periodos de escasez de alimento, ya que las grasas también son un reservorio de energía.
Obviamente esto tiene un límite, una ballena no es un globo, no puede ir aumentando su tamaño de gratis, ¿y dónde está el límite? Pues el límite lo marca algo muy simple: qué comes. Las ballenas, como muchos cetáceos son filtradores, se alimentan de pequeños crustáceos como el krill, así que la energía que obtienen es la que hay. Y como su ritmo metabólico no es demasiado rápido, pueden almacenar energía en sus grasas, pero a la vez esto hace que no puedan destinar energía a crecer eternamente, ya que tienen que mantener sus funciones vitales (incluyendo el calor corporal, que aunque no se suele tener en cuenta es una función indispensable para seguir vivos).
Referencia:
Science: Sea mammals are huge for a reason
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