La primera vez que lo escuché me dejó un poco trallada, pero hoy vamos a ver cómo un error se puede transformar en un señor acierto. Resulta que unos estudiantes estaban los pobres haciendo su tfg (trabajo de fin grado, unas siglas muy cucas para denominar al infierno) buscando anticuerpos con suero de dromedario (los que solo tienen una joroba).
Camelus dromedarius |
Un anticuerpo es una molécula que reconoce un cuerpo, funciona inactivando cuerpos extraños a base de adherirse a ellos y forma parte del sistema inmune. El caso es que en la mayoría de animales, los anticuerpos tienen forma de Y, pero estos pobres estudiantes encontraron otro tipo de anticuerpos que no se habían visto nunca, y como es normal, pensaron que habían metido la pata. Estos anticuerpos tan raros (llamados nanobodies) son funcionales, 10 veces más pequeños y son muy resistentes al calor y a la acidez. Total, que esta metedura de pata acabó siendo un artículo de Nature y este grupo de chicos ha conseguido algo increíble, ya que los anticuerpos se pueden conseguir de una forma muy fácil, muy poco invasiva y parece que potencialmente valen para todo.
La cosa funciona así: Se coge a los dromedarios y se les inyecta una molécula para que su sistema inmune luche contra ella y así genere estos anticuerpos. Además, una empresa de Granada (Nanogetic, os dejo el enlace por si queréis curiosear) ha rizado más el rizo: unen los nanobodies a nanopartículas unidas a fármacos, de forma que además de neutralizar el patógeno o cuerpo extraño, lleva la molécula de medicamento directamente al lugar necesario. La parte más absurda de esto (sabéis que adoro las historias bizarras) es que los dromedarios los sacan de una granja de Mojácar, donde son usados para dar paseos a turistas y demás (la ética de estas cosas mejor no la tocamos), allí ellos tienen sus muestras, y para obtener los nanobodies lo hacen así: Primero inyectan la molécula (generalmente una proteína), después los dromedarios comienzan a inmunizarse, se espera unos 45-46 días y se les saca 50 mL de sangre del dromedario (que se puede pensar que esto es bastante, pero para un animal de unos 800 kilos no es gran cosa).
Esta técnica mola porque no es nada invasiva para el animal, al inyectarle una proteína no puede provocarle problemas porque no tiene capacidad de hacer nada, no es como si le inyectaran una célula tumoral, simplemente le inyectan algo que en su cuerpo no puede funcionar y el cuerpo lo ataca porque sabe que no es suyo; y encima, es super innovadora. Con esos 50 mL de sangre del dromedario, por diversas técnicas moleculares obtienen los nanobodies, y una vez que los tienen ya pueden montar su nanosistema de nanobodies unidos a fármacos para poder probar terapias efectivas en otros animales.
¿La moraleja? Supongo que cualquier error puede dar lugar a algo bueno, y que los dromedarios te valen pa to, igual te pasean por el desierto (o por una playa) que te ayudan a curar un cáncer.
Referencias:
Catástrofe ultravioleta 21 - Pharma (Os dejo el link porque es un podcast que si no conocéis, deberíais)
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