¡Hola! Estoy segura que apenas me recordaréis tras este dilatado paréntesis, pero este no es el tema que nos atañe hoy:
Hoy vengo a hablar de cultivos celulares y de cómo funcionan a la hora de probar ciertos compuestos que se añaden a la comida o a los medicamentos con el fin de aportarles otra consistencia u otras propiedades que inicialmente no tenían.
Células HEK 293 |
Cuando queremos probar cómo afecta un compuesto y este ya ha pasado los controles en animales, el siguiente paso es comprobar si funciona igual en humanos, y en muchos casos se usan voluntarios para testar fármacos, pero no suele ser lo común, y menos si se sospecha de que el producto puede ser nocivo.
Como crear humanos para este tipo de cosas es un poco irreal (y cruel), tenemos que quedarnos con sus células. Es decir, usamos cultivos celulares para ver si estos productos van a dar problemas.
¿De dónde sacamos las células?¿Valen las del propio investigador?¿Las de mi cuñao' Paco? Eh... por lo general se usan diferentes líneas celulares (lo que viene significando que se usan células que vienen de sitios diferentes y de gente diferente). Una de las líneas celulares más usada es la línea HeLa, que fue obtenida de un cáncer de cuello de útero que padeció Henrietta Lacks, una mujer afroamericana que murió a causa de esa misma enfermedad en el 51. Curiosamente nunca le preguntaron para extraerle las células; la mujer fue aquejada de un bulto y sangrados vaginales y para estudiar qué era aquello extrayeron unas cuantas, y la gente lo flipó cuando se dieron cuenta de que las células no morían, de hecho aún no sabemos por qué son particulares, no mueren tras unas cuantas divisiones, de forma que se han podido producir TONELADAS de células. Es una cantidad absurda.
Otra línea celular también usada para testar ciertas cosas es la HEK 293, la historia de esta línea de células es bastante más... tétrica. Estas células se obtuvieron de un feto abortado de forma legal en Alemania, y provienen del riñón de este feto. Esta línea celular es muy útil para ver cómo modificar proteínas y ver cómo afecta este cambio.
Esto de los cultivos suena a algo muy marciano, pero es una práctica habitual que básicamente te asegura que al comerte un yogur, un embutido o al tomarte tu medicación, no palmes a causa de esto. Es decir, la ciencia se dedica a posponer tu muerte o al menos a entorpecer que la naturaleza siga su curso.
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