Aquí va una verdad reveladora: todo bicho vivo tiene un
reloj biológico interno, que es una metáfora muy curiosa para referirse a un
jaleo de genes y proteínas que van circulando por el cuerpo.
Pero espera, aún hay más: las plantas son seres vivos, así
que, si juntamos 2 y 2, obtenemos que (¡efectivamente!) tienen un reloj interno.
Y como no hay dos sin res, si todo bicho vivo tiene material genético..... ¡exacto! las plantas también.
Genial, pero... ¿Y qué? Pues resulta que este relog interno en las plantas está regulado mayoritariamente por 3 genes (3 regiones de su ADN) llamados CCA1, LHY y TOC1 que dan lugar
a proteínas con el mismo nombre (los genes suelen tener nombres bastante feos,
es lo que hay).
El caso es que las proteínas CCA1 y LHY van siempre juntas, son
como esas amigas que lo hacen todo juntas, pero hay un problema, no les cae
demasiado bien TOC1 (ella es más noctámbula) de forma que a las primeras horas
del día, CCA1 y LHY campan a sus anchas y se dedican a inhibir la síntesis de
TOC1 (esto quiere decir que evitan que se forme la proteína TOC1 en las
células).
Representación gráfica de los niveles de CCA1, LHY y TOC1 a medida que pasan las horas |
Tanto dar vueltas al final acaba cansando, y conforme pasa
el día, los niveles de CCA1 y LHY acaban disminuyendo, cuanto más bajos son
estos niveles, más altos serán los de TOC1 (es decir, mayor será el nivel de proteínas y más TOC1 se estarán
formando); pero resulta que TOC1 no les guarda rencor, es esa clase de amiga
que hagas lo que hagas no se enfada contigo, de forma que TOC1 sí quiere
reunirse con las otras dos, y el efecto de su presencia en la célula es el de activar la
expresión de CCA1 y LHY (es decir, que aumenta la cantidad de ambas proteínas).
¿Y cómo hace esto que la planta sepa si es de día o es de
noche? Pues resulta que CCA1 y LHY son muy listas, se expresan (es decir, se encuentran en la célula) cuando hace
calor y sol, dos condiciones que mayoritariamente se dan durante el día. Así, altos niveles de CCA1 y LHY marcarán el comienzo del día para la planta y por el contrario, altos niveles de TOC1 (la proteína "antagonista") marcará para la planta el inicio de la noche.
Referencias:
Salomé, P.A., McClung, C.R. 2005. Plant Cell & Environment 28:39–53
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